A diferencia de la artrosis, la artritis inflamatoria no está causada por el desgaste del cartílago de las articulaciones. En cambio, se produce debido a trastornos autoinmunes, en los que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus células sanas, lo que da lugar a un tejido dañado.
Arthritis-Health.com afirma que estos tejidos dañados son los que causan la “deformidad, inestabilidad y cicatrización dentro de las articulaciones” que son características de la artritis inflamatoria. Aunque hay muchos tipos diferentes de artritis inflamatoria, los siete siguientes son los más comunes:
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es, por mucho, el tipo más común de artritis inflamatoria, y afecta aproximadamente entre 1 a 2 millones de personas sólo en Estados Unidos. En los enfermos de artritis reumatoide, la Clínica Mayo afirma que el sistema inmunitario “ataca el revestimiento de la cápsula articular”, llamado membrana sinovial.
Cuando la membrana sinovial es atacada, la fuente dice que “se inflama e hincha”, lo que provoca el dolor y las molestias asociadas a la enfermedad. Con el tiempo, el cartílago y el hueso de la articulación pueden sufrir daños permanentes. Esto ocurre con mayor frecuencia en las manos, las muñecas y los pies. Consulte estas opciones de tratamiento de la artritis reumatoide.
Espondilitis anquilosante
La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis inflamatoria que afecta principalmente a las articulaciones de la columna vertebral y provoca dolor y rigidez en zonas como la parte baja de la espalda, los glúteos y las caderas. Según la Arthritis Foundation, estos síntomas tienden a desarrollarse “lentamente durante varias semanas o meses”.
Arthritis Research UK añade que la espondilitis anquilosante puede afectar también a otras zonas del cuerpo, causando dolor en el pecho, inflamación de los ojos o de los intestinos, así como fatiga. Aunque la enfermedad puede afectar a cualquier persona, la fuente afirma que afecta con mayor frecuencia a los hombres de entre 20 y 30 años, sobre todo si tienen un gen llamado HLA-B27.
Artritis psoriásica
Aproximadamente el 30 por ciento de las personas que padecen psoriasis (una enfermedad que provoca picor y descamación en la piel) desarrollarán también artritis psoriásica. Los síntomas de este tipo de artritis inflamatoria suelen incluir dolor, hinchazón o rigidez en las articulaciones, especialmente en los tobillos, las rodillas, los dedos de las manos, los pies o la parte baja de la espalda.
También es frecuente la hinchazón de los dedos de las manos o de los pies, causada por la inflamación de las articulaciones y los tendones. Otras características de la artritis psoriásica son el dolor en los ligamentos o tendones, la decoloración y el engrosamiento de las uñas, y la fatiga.
Artritis Idiopática Juvenil
Aproximadamente 300.000 niños en Estados Unidos tienen alguna forma de artritis, de las cuales la artritis idiopática juvenil es la más común. Según KidsHealth.org la aparición suele producirse entre los 6 meses y los 16 años, y los síntomas iniciales suelen incluir “dolor o hinchazón de las articulaciones o articulaciones calientes.”
Aunque actualmente no hay cura para los siete tipos diferentes de artritis idiopática juvenil, la Arthritis Foundation afirma que, con un diagnóstico temprano y un tratamiento agresivo, la remisión es posible.
Lupus eritematoso sistémico
La artritis inflamatoria es uno de los síntomas más comunes que desarrollan las personas con lupus, una enfermedad autoinmune que, según Healthline.com, “puede afectar a las articulaciones y a muchos tipos de tejido conectivo del cuerpo”. La fuente añade que la enfermedad también puede causar daños en la piel, los pulmones, los riñones, el cerebro y otros órganos.
Otros síntomas comúnmente asociados al lupus eritematoso sistémico son el dolor en las articulaciones, una erupción en forma de mariposa en la cara, pérdida de cabello, dificultad para respirar y trastornos sanguíneos, como anemia, leucopenia (bajo recuento de glóbulos blancos) y trombosis (coágulos de sangre).
Gota
La gota, que afecta a un 3,9% de los adultos estadounidenses, está causada por la acumulación de cristales de urato en las articulaciones. El riesgo de que una persona desarrolle este tipo de artritis inflamatoria se ve afectado por factores como la edad, la dieta, el consumo de alcohol y el hecho de que sea o no hereditaria.
Healthline.com afirma que los síntomas de la gota pueden incluir “enrojecimiento, hinchazón y dolor intenso en los dedos de los pies, los tobillos, las rodillas, las manos o las muñecas”, aunque la articulación del dedo gordo es la más afectada. Consulte estos consejos para controlar un ataque de gota.
Artritis infecciosa o reactiva
El término “artritis infecciosa” se refiere a varias afecciones diferentes causadas por infecciones bacterianas o víricas. Según Arthritis-Health.com, estas afecciones incluyen “la fiebre reumática, la enfermedad de Lyme, la artritis fúngica, la quinta enfermedad, la artritis tuberculosa, la artritis gonocócica, el síndrome de Cogan, la enfermedad de Pott, la artritis espiroquetaria y el corea de Sydenham, entre otras”. Además del dolor y la inflamación de las articulaciones, la artritis infecciosa suele incluir síntomas como fiebre y escalofríos.
La artritis reactiva, en cambio, suele producirse cuando “una infección en una parte del cuerpo provoca la inflamación de una articulación en otra parte del cuerpo”, señala Healthline.com. La fuente añade que la infección suele empezar “en la vejiga o en los órganos sexuales”.