Con el fin de vivir una vida más natural, cada vez son más personas las que intentan cambiar todo tipo de hábito dañino, hasta en las rutinas de belleza. Por otro lado, un producto que siempre ha estado bajo el radar de los médicos es el esmalte de uñas, ya que contiene muchos ingredientes dañinos que solemos pasar por alto. A menos que el envase indique lo contrario, la mayoría contiene sustancias tóxicas y, entre ellas, “el trío tóxico”.
Por más que sólo la usemos en la superficie de las uñas, las toxinas en la pintura son absorbidas por el cuerpo y pueden provocar consecuencias de salud de todo tipo. A continuación, le presentamos algunos ingredientes peligrosos a los que debería estar atenta la próxima vez que compre un nuevo producto de belleza para sus uñas…
1. Formaldehído
Uno de los componentes del “trío tóxico” es el formaldehído, una sustancia muy utilizada en las morgues y por los taxidermistas, ya que se utiliza para embalsamar fluidos y preservar tejidos animales y humanos. También se usa para construir materiales, plásticos y, sí, adivinó…esmaltes de uñas. En estos últimos, el formaldehído sirve como endurecedor, fortalecedor y conservante para prevenir el crecimiento de bacterias.
Si bien nuestro organismo produce naturalmente cantidades minúsculas de la sustancia, el Programa de Toxicología de los Estados Unidos asegura que es un agente carcinógeno humano. Su uso prolongado o la exposición repetitiva en el aire o en la piel puede provocar cáncer en la sangre, la garganta y la nariz. Entre otras consecuencias de salud se incluyen asma, náuseas, acumulación de fluidos en los pulmones y complicaciones en el embarazo. La Unión Europea ha limitado las cantidades de esta sustancia química en los productos de cuidado personal y tanto Suecia como Japón directamente la han prohibido. Los esmaltes de uñas catalogados como “5 free” o “3 free” no contienen formaldehído.
2. Tolueno
Otro miembro del “trío tóxico” es el tolueno, una sustancia química que se incluye en los esmaltes de uñas para dar ese acabado suave que a todas nos gusta. Además, forma parte de muchos quitaesmaltes aunque su aroma dulzón y penetrante es altamente tóxico. Según el Centro Canadiense de Salud Ocupacional y Seguridad, el uso repetitivo o la exposición prolongada al tolueno puede reducir las funciones cerebrales y causar daños neurológicos, problemas respiratorios, náuseas y pérdida de la audición.
Además, puede interferir en el desarrollo normal del embarazo y ciertos estudios realizados con animales han demostrado que puede causar diversos tipos de cáncer en la sangre. Por otro lado, la Unión Europea ha restringido el uso de tolueno en los productos de cuidado personal y el estado de California lo ha incorporado a la lista de químicos que afectan el desarrollo del feto. Los esmaltes de uñas clasificados como “5 Free” o “3 Free” no contienen tolueno.
3. Ftalato de dibutilo
El último elemento del “trío tóxico” es el ftalato de dibutilo. Este químico evita que el esmalte se desprenda de la uña y prolonga “su vida útil” (quizás una de las cosas que más nos interesan cuando vamos de compras, que la fórmula del producto sea “de extra duración”). Los ftalatos son un grupo de químicos que imitan al estrógeno en el cuerpo y se ha demostrado que afectan el desarrollo normal del feto en las mujeres embarazadas, dañan los órganos y adelantan la menopausia.
Ciertos estudios llevados a cabo con animales demuestran que esta sustancia también disminuye la fertilidad, daña el hígado y ocasiona desequilibrios hormonales. El estado de California lo define como una toxina hormonal y reproductiva mientras que Australia lo ha clasificado como una amenaza para el sistema reproductivo humano. La Unión Europea directamente ha decidido prohibir este componente en los productos de cuidado personal. Los esmaltes catalogados como “5 free” o “3 free” no contienen ftalato de dibutilo.
4. Resina fenol-formaldehído
Si bien no forma parte del famoso “trío tóxico”, la resina fenol-formaldehído es un químico muy dañino que se usa para fabricar pinturas y plásticos, aunque también se incluye en los esmaltes de uñas. Se trata de un derivado del formaldehído y, al igual que los miembros del trío, lo ideal es evitarlo.
Si bien no se han llevado a cabo tantos estudios científicos y de laboratorio con animales como con el resto de las toxinas, algunas investigaciones recientes demuestran que puede provocar reacciones alérgicas, irritación y decoloración en la piel y pérdida de la sensibilidad en las terminaciones nerviosas. En nuestra opinión, el simple hecho de que sea un subproducto de un químico tan dañino como el formaldehído es motivo suficiente para desterrarlo de nuestras vidas. Si desea hacer lo mismo, busque esmaltes de uña catalogados específicamente como “5 free”.
5. Alcanfor
¿Qué mujer no disfruta ese acabado brillante y suave que el esmalte deja en sus uñas? Bien, le tengo malas noticias: el alcanfor es el ingrediente que brinda ese aspecto tan deseado y, a pesar de que se lo considere menos tóxico que otras sustancias de esta lista, su impacto en la salud sigue siendo un tema de debate.
La sustancia también ha sido incluida en algunos remedios para el resfriado como aerosoles nasales y ungüentos descongestivos pero las investigaciones han demostrado que puede provocar reacciones alérgicas e irritaciones cutáneas severas, al igual que dolores de cabeza, náuseas y mareos cuando se la inhala en grandes cantidades. Además, diversos estudios intentan encontrar la relación entre este químico y las fallas hepáticas y los daños en otros órganos. En los Estados Unidos, los productos de cuidado personal no pueden contener más de 11% de concentración de alcanfor mientras que la Unión Europea planea prohibir completamente su uso en este tipo de productos. Si desea eliminar este químico de su vida, busque esmaltes de uña con la etiqueta “5 free”.
6. Parabenos
Si revisa la etiqueta de diversos productos de cuidado personal, desde champús y acondicionadores hasta cosméticos, verá que muchos han sido clasificados como “libres de parabenos”. Esto se debe a que últimamente se ha investigado más acerca del impacto de este químico conservante y pronto se espera que deje de formar parte de los esmaltes de uñas.
Si bien se lo utiliza como conservante en todo tipo de cosméticos para prevenir el desarrollo de hongos y bacterias, muchos estudios, incluso uno llevado a cabo por BreastCancer.org, vincula el uso de parabenos con el cáncer de mama en mujeres. Cuando se lo incluye en esmaltes de uñas, evita que estas absorban los nutrientes y vitaminas naturales del sol y el aire, por lo que se impide el crecimiento apropiado de las mismas.
7. Fosfato de trifenilo (TPHP)
En un principio se lo consideraba una alternativa más “segura” y menos tóxica para muchas sustancias de esta lista pero el fosfato de trifenilo, un plastificador que hace que ciertos productos como los esmaltes de uñas sean más flexibles y resistentes, es un potente interruptor endocrino. En otras palabras, altera las hormonas del organismo y causa infertilidad, problemas de desarrollo del feto, desequilibrios hormonales y distintos tipos de cáncer.
Este elemento ha sido descubierto en muchas marcas populares de esmaltes de uñas y un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Duke ha demostrado que de 10 a 14 horas de haberse aplicado el producto en las uñas, los niveles de TPHP en la orina son 7 veces mayores que antes de hacerlo. Para eliminar esta potencial toxina de su vida, tendrá que estar muy atento y leer bien las etiquetas la próxima vez que vaya de compras.