Aquellos que habitan en estados en los que el termómetro siempre marca temperaturas bajo cero no deben mostrarse muy entusiasmados con la llegada del invierno, ya que saben que es sinónimo de largas noches y de portones llenos de nieve que alguien tiene que quitar.
Sin embargo, el secreto de la cuestión es cambiar de perspectiva. Muchas veces el verano es agobiante y aún así, seguimos disfrutándolo, ¿no? Bien, olvídese de esconderse en el sótano todo el invierno— a continuación, le mostramos siete razones convincentes por las que debería aprovechar la temporada invernal…
1. Adiós picaduras de mosquito
Una de las cosas más molestas sobre el verano es tener que estar espantando abejas o jejenes (moscas que pican) del agua. Si bien tratamos de ser tolerantes con la madre naturaleza, no podemos negar que este es un punto que odiamos de la temporada de calor.
Los insectos prácticamente desaparecen en invierno (excepto alguno que otro que se refugia en el resumidero de la ducha). En otras palabras, no tendrá por qué preocuparse por usar repelente o rascarse las picaduras que obtuvo mientras hacía esquí acuático. Además, en invierno se reducen las posibilidades de contraer enfermedades por picaduras.
2. Cuesta menos dormir
Las temperaturas sofocantes en verano hacen que sea difícil conciliar el sueño, en especial si no dispone de un buen sistema de aire acondicionado. Esto es sinónimo de almohadas transpiradas y de noches en vela por el calor y la humedad.
Sin embargo, como indica el Huffington Post, que en su casa haga mucho frío tampoco es positivo. Hasta puede despertarse temblando y crujiendo los dientes. Busque la temperatura perfecta y disfrute de dormir en un reino de fantasía invernal.
3. Más exposición al sol, más quemaduras
Bien, esto no es del todo cierto— también puede quemarse en invierno, cuando los rayos del sol se reflejan en la nieve y luego en su rostro u otras partes del cuerpo expuestas (lo que se conoce como “quemaduras de nieve”). Sin embargo, como el resto de su cuerpo está bien protegido, no tendrá que preocuparse por parecer un camarón cuando haga frío.
Los expertos también señalan que la melanina de la piel (el bronceado) es inexistente en invierno, lo que significa que esta es menos tolerante a la radiación UV del sol (que es mucho más baja que en verano). Si bien puede obtener una buena dosis de vitamina D en invierno, lo más recomendable es utilizar pantalla solar y bálsamo labial para proteger su piel y evitar que se reseque.
4. El cerebro funciona mejor en climas frescos
Según Mother Nature Network (MNN), un estudio llevado a cabo en 1972, 17 grados Celsius (o 62 grados Fahrenheit) es la temperatura óptima para que el cerebro funcione correctamente en un aula.
La misma fuente afirma que las personas se concentran más en sus estudios cuando las condiciones climáticas son desfavorables, ya que se sienten menos atraídos por realizar otro tipo de actividades. Otro beneficio del frío es que gastará menos en energía. Sin embargo, trate de que su hogar no esté muy frío, debido a que se distraerá al llevar a cabo el resto de sus tareas.
5. Ejercitarse en invierno hace bien
La revista Shape explica que sus entrenamientos no deberían acabar cuando hace frío— de hecho, es un buen momento para empezarlos si no ha podido hacerlo a lo largo del año. El artículo de dicha revista señala que el clima frío es ideal para hacer ejercicio, debido a que no tiene que preocuparse por el calor y puede correr mayores distancias.
Por esta razón, muchas maratones se llevan a cabo en el otoño. Al sudar menos en condiciones climáticas frías, los participantes están más hidratados pero esto no significa que deba dejar de beber agua. Aunque no esté sediento, su cuerpo seguirá necesitando agua en las rutinas de ejercicio en invierno.
6. Los chapuzones en agua helada alivian dolores
Sí, esa gente loca que se lanza cada año al agua helada por caridad (o por algún desafío), además de congelarse y de sentirse muy incómodos, están haciendo algo bueno por ellos mismos.
Lifehacker señala que un chapuzón en un lago helado mejora la circulación, lo pone más alerta y lo ayuda a lidiar con los dolores asociados con la artritis y la fibromialgia. Sin embargo, le sugiero que tome un baño tibio antes y que consulte a un experto para que le explique cómo darse un baño de agua helada sin que impacte de forma brusca en su cuerpo.
7. Se puede perder peso en invierno
El invierno suele estar asociado con comidas hipercalóricas, sedentarismo y aumento de peso para lidiar con las temperaturas gélidas del exterior. Sin embargo, la revista Prevention asegura que el clima frío permite quemar calorías hasta un 30% más rápido gracias al “tejido adiposo marrón”, que el artículo define como “un tipo de grasa beneficioso que ayuda a quemar energía corporal en forma de calor.”
Mientras más tiempo pase al aire libre cuando hace frío, más tejido adiposo marrón desarrollará. Este tipo de grasa (a diferencia con la blanca, que es básicamente…grasa) no sólo lo ayuda a calentarse en invierno, sino también le permite bajar unos cuantos gramos al tratar de mantener una temperatura corporal apropiada.