Las hormonas femeninas regulan todo tipo de factores— desde el humor y la energía hasta la piel y el cabello. Es por eso que determinadas cambios de salud, por más insignificantes que parezcan, pueden indicar que sus hormonas están fuera de control…
1. Pérdida de cabello
Según la American Hair Loss Association, la hormona dihidrotestosterona (DHT), un derivado de la testosterona (la hormona masculina), puede causar desbarajustes importantes en sus folículos pilosos.
En las mujeres, la caída y el debilitamiento del cabello indican que hay excesos de DHT o andrógenos en el organismo. La falta de progesterona y estrógeno se manifiesta con la pérdida o debilitamiento del cabello en la coronilla.
2. Falta de deseo sexual
La clínica Mayo señala que la falta de deseo sexual es el principal indicador de desequilibrio hormonal en las mujeres. A veces ocurre que la libido baja interfiere en los patrones de sueño (por ejemplo, provoca insomnio) y hace que las hormonas se eleven.
Muchas mujeres carecen de deseo debido a los cambios hormonales que se producen durante el embarazo, después de haber dado a luz (al amamantar), durante la transición hacia la menopausia y durante episodios extremos de estrés y fatiga.
3. Humor
WebMD afirma que los niveles de estrógeno están íntimamente relacionados con los trastornos de humor— como la depresión, la irritabilidad, la ansiedad, el llanto y las montañas rusas de emociones—en las mujeres. La falta de estrógeno puede provocar depresión posparto en las madres primerizas.
El estrógeno impacta de forma específica en el centro emocional del cerebro. Las alteraciones en las cantidades de estrógeno modifican las endorfinas, o lo que se conoce como “la hormona de la felicidad.” Los desbarajustes en las hormonas femeninas alteran los receptores de serotonina y hasta generan daños neurológicos.
4. Peso corporal
La pérdida o el aumento de peso brusco e involuntario en las mujeres es otro indicador de desequilibrios hormonales. La doctora Lena Edwards, directora de Balance Health and Wellness Center en Lexington, Kentucky, afirma que las hormonas son las responsables de regular el apetito, los antojos, el metabolismo y la distribución del peso.
Es por eso que el crecimiento de los senos puede ser un indicador de desequilibrios hormonales, mientras que la aparición de una protuberancia abdominal puede indicar cierta resistencia por parte del organismo a la insulina.
5. Calidad de sueño
Los patrones de descanso de una mujer pueden ser alterados por estrés o por el ambiente. Sin embargo, la National Sleep Foundation afirma que existen muchísimos factores más— entre ellos el embarazo, la menopausia y la menstruación— que alteran la calidad de sueño.
Toda mujer experimenta flujos de progesterona y estrógeno a lo largo de su vida e incluso durante el mes. Por esta razón, la falta de progesterona produce insomnio mientras que el estrógeno provoca molestias al dormir, sudoración y cambios de temperatura.
6. Fatiga
Los cambios bruscos en los niveles de energía no deberían ser pasados por alto. De hecho, una investigación llevada a cabo por la Escuela de Medicina de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, asegura que las hormonas (y los problemas de tiroides) son capaces de hacer que una mujer súper activa de repente no pueda levantarse de la cama.
Si se siente agotada sin explicación alguna, consulte a su médico y pídale que le realice controles hormonales. Estas alteraciones pueden ser resultado de fluctuaciones en los niveles de adrenalina, progesterona, estrógeno e insulina o de problemas de la glándula tiroides.
