Muchos soñamos con dormir una pequeña siesta sobre el escritorio de la oficina, aunque sabemos que al jefe no le agradaría mucho la idea, en especial en los momentos de mayor actividad. De hecho, la National Sleep Foundation duda de que estar despiertos todo el día y dormir toda la noche sea nuestro patrón natural de descanso, ya que no coincide con el de la mayoría de los mamíferos.
Si bien las siestas son muy comunes entre los infantes y los ancianos, también benefician a los adultos activos. Dicha fundación afirma que los estadounidenses cada vez duermen menos y que media hora de siesta (aunque sea en el almuerzo) puede ayudarlo a estar más alerta. Echémosles un vistazo a las ventajas y desventajas de visitar el país de los sueños durante el día…
1. Nos ayudan a equivocarnos menos
Cuando estamos muy cansados, lo más probable es que cometamos muchos descuidos, ya sea al manejar oconducir, al estacionar el vehículo o al escribir. No obstante, la National Sleep Foundation señala que la NASA llevó a cabo un estudio en “pilotos militares con sueño” y en astronautas y llegó a la conclusión de que quienes dormían una siesta de 40 minutos, mejoraban su desempeño en el trabajo en un 34% y estaban atentos al 100%.
Dicha fundación también afirma que dormir un poco antes de manejar o conducir puede prevenir accidentes. La misma fuente recomienda que, si está manejando y se siente cansado, lo mejor es parar en una estación de servicio lo antes posible. Consumir un poco de cafeína y dormir durante 20 minutos puede ser de gran ayuda.
2. Interfieren con nuestro descanso nocturno
La clínica Mayo señala que “las siestas no son para cualquiera” y que a algunos les causa más daños que beneficios. Descansar durante el día, ya sea en su oficina o en su propia cama, puede generar insomnio o disminuir la calidad de descanso nocturno, lo que hace que se despierte aturdido por la mañana.
Dicha clínica explica que controlar la frecuencia y la duración de las siestas puede contrarrestar los efectos adversos. Lo ideal es limitar sus siestas a 10 ó 30 minutos en lugar de 2 ó 3 horas después de comer.
3. Mejoran la memoria
LiveScience asegura que dormir por la tarde mejora la memoria — en especial en los adultos jóvenes. Un artículo publicado en 2014 demostró que los jóvenes eran capaces de recordar más palabras de las que habían aprendido durante un ejercicio de memoria antes de dormir la siesta que el resto de los participantes.
El estudio se focalizó en un grupo de adultos de entre 18 y 30 años y en otro conformado por individuos de entre 60 y 80 años. Lo curioso, según dicha fuente, es que el grupo de adultos mayores recordaba prácticamente lo mismo del ejercicio con o sin siesta de por medio.
4. Descansar disminuye la presión arterial
LiveScience afirma que, si bien dormir siestas no mejora la memoria en los adultos mayores, sí reduce considerablemente la presión arterial y reduce los riesgos de sufrir demencia. Si bien los beneficios no son inmediatos, las siestas contribuyen con la salud futura del cerebro de los adultos.
La versión británica del periódico The Telegraph avaló esta teoría en 2015 con un artículo que asegura que una siesta al día literalmente puede salvarle la vida. Un estudio demuestra que los hombres y mujeres de mediana edad que duermen siestas con frecuencia tienen menor presión arterial que quienes están despiertos todo el día. La disminución de la presión arterial implica menos probabilidades de sufrir ataques cardiacos, agrega el artículo.
5. Las siestas pueden comprometer las funciones respiratorias
Mientras tanto, el periódico Daily Mail Online (también de origen británico) asegura que los adultos que duermen siesta reducen en un tercio los riesgos de sufrir una muerte precoz. Sin embargo, el mismo artículo demuestra que las probabilidades de morir por problemas respiratorios como bronquitis, enfisema y neumonía se incrementan 2,5 veces.
Según los investigadores del estudio, se cree que dormir la siesta aumenta la inflamación en el organismo. No obstante, el artículo también nota que las siestas son un indicador temprano de que ya existe una complicación de salud. Lo bueno es que el artículo asegura que existen investigaciones que avalan que las siestas previenen las fallas cardiacas.
6. Siestas y diabetes
El periódico The Wall Street Journal publicó un artículo en 2015 en el que se vincula la diabetes con las largas siestas en adultos— aunque no queda claro si la diabetes es lo que promueve las siestas o si las siestas elevan los riesgos de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores de la Universidad de Tokio analizaron datos obtenidos de 10 estudios y descubrieron que aquellos que sentían una gran necesidad de dormir durante el día presentaban un 56% más de riesgos de tener diabetes que los que permanecían despiertos durante el día. Aquellos que acostumbran a dormir siestas de una hora o más presentaban 46% más riesgos de padecer diabetes, según el estudio. El artículo sugiere que consulte con un especialista cuáles son los motivos por los que siente cansancio y fatiga.