Si tiene úlceras (o ampollas febriles), es probable que tenga el virus del herpes simple (por lo general, se trata del HVS tipo 1 pero también puede ser el HVS tipo 2). Este se mantiene latente en las células nerviosas de los ganglios hasta que se desata un brote. Si el virus ya está en su organismo, lamento decirle que no tiene cura pero puede mejorar la apariencia de las molestas, dolorosas y antiestéticas úlceras al evitar estos seis factores desencadenantes…
1. ¡Cuidado con el sol!
Si es de los que disfrutan tomar sol pero son víctimas herpes labiales, deberá pensarlo dos veces la próxima vez que quiera asolearse. Según la American Dental Association, la luz solar es un factor desencadenante común de este tipo de problemas.
Los cambios climáticos bruscos y, en particular, los días muy soleados, pueden promover la aparición de un herpes labial. De hecho, una investigación realizada por el Centro Médico de la Universidad de Maryland afirma que la radiación ultravioleta (UV) por medio de la exposición solar es una de las causas principales de los embarazosos ataques de estas desagradables lesiones cutáneas.
2. Besar a una persona infectada
Por más que a nadie le guste recibir un beso húmedo y baboso de una persona con herpes labial, el virus HSV está presente aunque no haya llagas visibles.
Una investigación llevada a cabo por WebMD señala que los virus del herpes simple tipo 1 y 2 se transmiten por medio de fluidos corporales y la manera más común de pasárselo a otra persona es con intercambios de saliva. Además, se puede contagiar por medio de cepillos de dientes, vasos y utensilios de cocina o al realizarle sexo oral a otra persona.
3. Menstruación
Con frecuencia, las mujeres aseguran que la menstruación desencadena la aparición de los dolorosos y embarazosos herpes labiales. De hecho, un dermatólogo de la UCLA afirma que los cambios hormonales drásticos aumentan el estrés y promueven la presencia de este tipo de lesiones cutáneas antes y durante el ciclo menstrual femenino.
Los expertos en salud de Core Physicians, un centro de salud asociado al Hospital Exeter en Reino Unido, aseguran que las úlceras pueden reaparecer debido al incremento en los niveles hormonales. Estos cambios bruscos suelen darse en adolescentes durante la pubertad y durante el embarazo o la menstruación.
4. Los herpes labiales se heredan
WebMD asegura que otro factor desencadenante clave de los herpes labiales son los genes. Un estudio de 2011 publicado por la revista Journal of Infectious Diseases señala que un gen específico, el C21orf91, es el que provoca los brotes indeseados.
Dicho estudio, realizado en conjunto con los investigadores de la Universidad de Utah y la de Massachusetts, reveló que los pacientes con este gen eran más propensos a sufrir brotes (en aproximadamente un 21%) que el resto de las personas.
5. Fiebre
Si bien los resfriados en sí no favorecen la aparición de herpes labiales, WebMD sugiere que estos últimos aparecen ante los primeros signos de un resfrío— como fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos.
Dicha fuente señala que quienes padecen herpes labiales, con frecuencia, al principio del resfriado, tienen llagas en los labios. Esto explica por qué los herpes labiales suelen denominarse “ampollas febriles” y por qué aparecen cuando el sistema inmunológico está débil.
6. ¡Estrés!
Puede pasar años sin tener un herpes labial— y de repente, justo antes de su gran presentación en el trabajo, de un cambio radical en su vida (como el matrimonio o un embarazo) o durante episodios de mucha ansiedad—aparece de la nada un terrible brote.
Según los investigadores de la American Academy of Dermatology (AAD), el virus HSV-1 permanece latente en los ganglios nerviosos y se activa sin previo aviso, por lo que los brotes ocurren de forma inesperada. La AAD señala que el estrés también tiende a debilitar el sistema inmunológico, lo que también facilita la aparición de este tipo de lesiones.
