Si viaja a la escuela o al trabajo en automóvil, sabe bien que sentarse durante horas frente al volante y después pasarse el día sentado en la oficina no le hacen ningún favor a su salud.
Desde la rigidez en los flexores de la cadera hasta las contracturas en la espalda y el cuello y los aumentos significativos de peso, ir del asiento del conductor al asiento de la oficina tiene consecuencias severas. Por fortuna, puede hacer de esto algo más seguro y feliz gracias a los siguientes seis consejos…
1. Atento a su postura
Seguramente su madre solía decirle que se sentara derecho por una muy buena razón. Sin embargo, como mamá no está presente en los largos viajes desde y hasta la oficina, alguien se tiene que encargar de recordárselo.
Por fortuna, Amy Fiske, una entrenadora personal con certificación NSCA, recomienda que mantenga derecha la espalda al elevar y entre el ombligo mientras eleva la coronilla (igual que en su clase de yoga). Puede que pierda el ímpetu por un momento, pero lo importante es que se relaje y repita el procedimiento mientras conduce. Luego, con ambas manos sobre el volante, expanda los hombros, como si quisiera sostener un huevo con los omóplatos, y manténgase así durante 10 segundos.
2. Practique aromaterapia dentro de su vehículo
Puede que suene algo estúpido querer aromatizar su vehículo, pero teniendo en cuenta que pasa unas cuantas horas respirando ese aire (que se caracteriza por tener el aroma de los envoltorios de comida rápida que esconde bajo el asiento), un poco de perfume le permitirá mejorar su humor y hasta mantenerse calmado en cada recorrido frenético.
Según una investigación de ScienceDaily.com, los aceites aromatizantes relajantes y naturales como el de lavanda pueden acabar con esos terribles olores dentro de su vehículo mientras que le brindan la tranquilidad que necesita para no cometer infracciones.
3. Comparta su automóvil
Por más que le guste hablar solo durante el viaje, tener un compañero con el que conversar mejora su estado de ánimo al conducir.
Los estudios demuestran que un poco de interacción social al manejar acaba con el aburrimiento, reduce el estrés, nos mantiene más alerta, disminuye los gastos y la contaminación y, si se turna con su compañero para usar sus vehículos, también ahorra recursos.
4. Camine cada vez que pueda
Durante la semana, trabajo un poco desde casa y otro poco desde la oficina y aprovecho para caminar cada vez que puedo. Como algunos días necesito estar más tiempo sentada que otros, trato de dedicarle aunque sea un pequeño instante al ejercicio físico.
Por ejemplo, cuando estoy en la oficina, dispongo de una hora para caminar durante el almuerzo. Y si por la tarde tengo que hacer algún mandado cerca de casa, camino. También estaciono mi automóvil lejos de la puerta de la oficina y uso las escaleras en lugar del ascensor para subir al tercer piso.
5. Elija la música correcta para la hora pico
Si bien los artistas que escucho cuando voy a la oficina por la mañana son distintos a los que escucho por la tarde al regresar a casa, por lo general, tienen algo en común. En primer lugar, las letras son positivas (soy escritora, por eso me fijo en estas cosas) y el ritmo de las melodías es más suave.
Las encuestas han demostrado que los conductores que escuchan rock pesado o heavy metal al manejar experimentan mayor ira y son más propensos a provocar accidentes que los demás. Así que descargue algunas canciones suaves y alegres para escuchar durante el trayecto.
6. Tenga a mano bocadillos saludables
Así como debe ponerle gasolina a su vehículo, necesita alimentar su cuerpo durante el trayecto desde y hasta la oficina. Empezar el día sin café ni avena nos convierte en una amenaza al volante.
Mantenga el estado de ánimo y los niveles de energía elevados con bocadillos saludables y prácticos (como frutos secos sin sal, uvas, trocitos de frutas o batidos de vegetales) que no requieran mucha atención de sus ojos y sus manos. Contar con un buen snack de vuelta a casa también previene la ira al volante y los bajones de azúcar en sangre.
