Admito que me asombré cuando encontré el artículo escrito por Bronnie Ware, la enfermera paliativa que trabajó durante muchos años cuidando a pacientes en sus últimas semanas de vida. Al brindar asistencia a dichos pacientes mientras atravesaban variadas emociones (rabia, negación, culpabilidad, miedo, arrepentimiento y aceptación), la enfermera Ware notó que muchos temas comunes surgían cuando los enfermos se enfrentaban a su propia muerte.
Creo que muchos de nosotros podemos aprender valiosas lecciones de los más grandes arrepentimientos de los pacientes agonizantes…
1. Levantarse, hablar
Muchos de nosotros aún sentimos vergüenza y culpa por no habernos enfrentado al maltrato (bullying) — lo cual es un fantasma del pasado (es decir, de la escuela primaria, la secundaria, el primer trabajo). La hostilidad interna por falta de coraje para levantarse, hablar y luchar, a menudo nos persigue en la edad adulta y afecta nuestro comportamiento y autoestima.
2. El que se va
El amor no correspondido puede ser una tierna herida si miramos con remordimiento a los romances pasados. Tal vez nos engañaron o un amante al que adorábamos nos abandonó, o tal vez nos sentimos culpables por nuestras propias acciones. En todo caso, centrarse en el “¿Qué hubiese pasado si…?” del romance es un juego peligroso que puede debilitar el amor actual con el que estamos y nos hace ver con lentes color de rosa un viejo amor que nunca se haría realidad.
3. Trabajar demasiado
La enfermera Ware se refirió a un moribundo que era el sostén de la familia, quien no vio a sus hijos crecer, cuyo mayor arrepentimiento era trabajar demasiado para los gastos en lugar de saborear la simple alegría de la familia y conectarse con ellos en vez de concentrarse en sus ingresos y en éxito profesional.
4. Vivir siendo fieles a nosotros mismos
¿Cuántos de nosotros anhelamos los deseos y las expectativas de los demás? Parece que la mayoría de nosotros hace lo que dice el artículo de la enfermera Ware, el cual observa que muchos pacientes lamentan no tener el coraje de haber vivido una vida fiel a ellos mismos. Nadie quiere enfrentar el final de la vida con sueños incumplidos; de hecho, es mi mayor temor personal.
5. Amistades abandonadas
Los viejos amigos son oro — es por eso que muchos pacientes moribundos miran hacia atrás con pesar por haber perdido o abandonado amistades. Permitirle a la vida que nos ponga en el camino a las amistades más antiguas y más queridas es a menudo algo de lo que no nos damos cuenta de su importancia hasta que es demasiado tarde e imposible de rastrearlos y contactarlos. Al final, todo lo que queda es el amor y la amistad.
6. Preocuparse demasiado por lo que los demás piensan
Cuando considera cuánta responsabilidad ponemos en nuestra imagen exterior, puede que no se sorprenda de que muchos que están enfrentando la muerte desean haber prestado menos atención a lo que los otros pensaban sobre ellos (particularmente extraños y conocidos) y simplemente vivir sus vidas para su propia complacencia. Después de todo, el juicio externo afecta nuestro éxito personal y nuestra felicidad en formas muy leves.
7. Enterrar sentimientos reales
¿Cuántas veces en el último mes, semana o día se mordió la lengua para no decir nada y mantener así la paz? Muchas veces cuando enterramos nuestros verdaderos sentimientos, sacrificamos nuestra propia comodidad y felicidad a expensas de la comodidad de los demás. Sin embargo, una enfermedad mortal o ciertas enfermedades pueden provocar una repentina honestidad valiente y sana sin temor a represalias.
8. Permitir el perdón
Una ruptura histórica es a menudo un gran pesar cuando se acerca el final de la vida. La enfermera Ware señaló que muchos pacientes que no habían hablado durante 30 años con parientes o amigos se aferraban a sus caderas como niños que sentían la necesidad de reparar los daños mientras la muerte se hacía más cercana. El deseo de hacer las paces y abordar el puente del perdón es muy común cuando un ser está cerca de la muerte — ¡antes de que sea demasiado tarde!
9. Permitirse ser feliz
El hecho de que la felicidad sea una elección que nosotros hacemos a menudo no es evidente en medio de los obstáculos de la vida. Sin embargo, muchos pacientes moribundos van a lamentar el hecho de temerle al cambio, al riesgo y a la vulnerabilidad con el fin de darle una oportunidad a la felicidad. La incapacidad de romper viejos comportamientos con frecuencia nos hace tomar la vida en serio y no reír o disfrutar de la vida al máximo.
10. No asumir riesgos
Arrojar la precaución por la borda y tener un trabajo soñado en vez de un buen salario. Sin embargo, el trabajo mundano puede parecer una tontería con hijos, una hipoteca y la escuela para pagar. No obstante, cerca de la muerte uno de los más grandes pesares es no aprovechar esa oportunidad. Al final, una vida hecha de horas, días, semanas y años con un trabajo que se disfruta compensa en gran medida las horas, los días, las semanas y los años de compromiso en un trabajo que se desprecia.