¿Se trata de gripe o de un simple resfriado? Es la típica pregunta que muchos nos hacemos cuando durante la larga y fría temporada invernal. La buena noticia es que existen muchas maneras de descubrirlo.
Además, los resfríos— que son más cortos y menos intensos que la gripe— son mucho menos comunes que la influenza. Echémosles un vistazo a las principales diferencias entre ambas afecciones mientras esperamos la llegada de las bajas temperaturas.
1. Síntomas iniciales
Los resfríos, por lo general, comienzan con un ardor intenso de garganta, que hace que sea imposible poder tragar. Esta situación se mantiene por un par de días y luego aparecen los goteos nasales y la congestión. En general, el cuadro no debería durar más de un par de días o, como mucho, una semana.
No obstante, la gripe se desarrolla de forma muy distinta. En primer lugar, todos los síntomas mencionados anteriormente son mucho más intensos y vienen acompañados de otras complicaciones— como fiebre, dolor de cabeza y muscular y debilidad. La principal diferencia es que la gripe puede dar vómitos o diarrea, que no suele suceder con el resfrío común.
2. Fiebre
¿Cómo diferencia la gripe de un resfriado? Los expertos sugieren que mida su temperatura. En la mayoría de los casos, durante los resfríos la temperatura corporal no debería aumentar más que un par de grados. Sin embargo, con la gripe, la temperatura corporal puede superar hasta los 40º C. Además, la fiebre puede durar varios días.
Es por eso que los médicos siempre recomiendan tener a mano un termómetro durante el invierno. Son bastante accesibles y puede conseguirlos en cualquier farmacia o supermercado.
3. Dolor muscular
Es común que durante un resfrío nos duela todo— la cabeza, el pecho, los brazos y hasta la espalda. Sin embargo, estas molestias no deberían ser muy intensas ni deberían permanecer por más de un par de días.
Con la gripe ocurre algo muy distinto. Los dolores musculares son muy comunes entre los pacientes y suelen ser bastante severos. La gripe puede estar acompañada de dolores de cabeza que hasta dificulten el abrir y cerrar de los ojos.
4. Fatiga
No se puede negar que el resfrío común nos hace sentir exhaustos y nos impide que cumplamos con nuestras obligaciones cotidianas, como ir a la escuela o al trabajo, con normalidad. No obstante, deberíamos ser capaces de llevar a cabo tareas básicas como ir al sanitario, tomar una ducha o preparar el almuerzo.
Esto sí ocurre con la influenza, que se caracteriza por provocar fatiga extrema. La sensación de agotamiento es tan abrumadora que puede durar varios días o una semana. Una vez dicho esto, si la fatiga vinculada con la gripe se ha extendido por más de una semana, le sugiero que consulte a un especialista.
5. Complicaciones
Tanto los resfríos como la gripe comparten ciertas complicaciones. El resfrío, por un lado, puede derivar en una infección sinusal o del oído medio— ambas muy molestas y pueden extenderse por varios días y hasta por semanas.
Por supuesto que las complicaciones de la influenza son mayores e incluyen sinusitis y bronquitis— que también se conocen como infecciones del tórax o nasales. Uno de los problemas de salud más severos asociados con la afección es la neumonía que, si no se trata a tiempo y correctamente, puede poner en riesgo la vida del paciente.
6. Duración
Un resfrío común no debería durar más de una semana. En la mayoría de los casos, las molestias y los dolores musculares tendrían desaparecer al cabo de unos días. Por lo tanto, si comienza a sentirse mal un lunes, para el fin de semana ya tendría que estar recuperado.
Con la gripe las cosas no son tan simples. Los síntomas— desde fiebre hasta problemas para tragar y fatiga extrema— pueden extenderse por más de una semana y derivar en otras complicaciones como bronquitis o neumonía.
