Aunque nuestro equilibrio se degrada gradual y naturalmente a medida que envejecemos, existen diferentes condiciones de salud que pueden afectar tu equilibrio ya que alteran otros sistemas del cuerpo que nos ayudan a mantener la estabilidad.
A continuación, te presentamos 12 condiciones comunes (y sorprendentes) que pueden llegar a desordenar nuestro sentido del balance:
Diabetes
Una diabetes sin tratamiento puede generar mucho daño en casi cualquier órgano del cuerpo, causando problemas de visión, de riñones, daños en los nervios, problemas orales, y problemas con el equilibrio. La inestabilidad surge como resultado de la pérdida de sensibilidad, daño nervioso y problemas de la circulación sanguínea en todo el cuerpo.
Lamentablemente una diabetes sin tratamiento puede causar problemas muy serios en los vasos sanguíneos además de daños en los nervios. Estos pueden avanzar y llegar a generar complicaciones severas en los pies, incluso la amputación.
Condiciones del oído interno
La canción estaba en lo correcto, “el hueso de la oreja está conectado al hueso del ojo” y este es el motivo por el cual el sistema vestibular, la estructura ósea de la oreja, funciona en conjunto con tu visión para mantener el equilibrio. La Asociación de Desórdenes Vestibulares confirma que el sistema vestibular es responsable de la información sensorial que recibimos respecto al movimiento, equilibrio y la orientación espacial. Según especialistas de desórdenes del equilibrio de la Universidad de Salud y Ciencia de Portland, Oregon, este es el motivo por el cual una infección en el oído puede causarnos vértigo: una sensación de inestabilidad que se suele dar con cualquier afección del oído interno y del equilibrio en general (por ejemplo, un tumor).
El problema más común que se da en el oído interno y afecta al equilibrio es el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) el cual, según la Clínica de Mayo, ocurre cuando “los cristales de calcio en tu oído interno que ayudan a controlar nuestro balance se mueven de sus posiciones normales.” Esta fuente también explica que el VPPB es la causa más común de la sensación de vértigo en adultos.
Migrañas
Si alguna vez sufriste de una desagradable migraña, estás al tanto de cómo el dolor puede causar mareos cuando nos movemos, problemas de visión, e incluso alteraciones de equilibrio que nos pueden generar hipersensibilidad a la luz y sonido. Generalmente, los mareos ocurren cuando nuestro sistema de información visual no es capaz de procesar los estímulos externos a través del cerebro e intenta compensar a través del equilibrio.
Hallazgos publicados en la Revista de Investigación Vestibular señalan que las migrañas asociadas a la sensación de vértigo pueden causar espasmos, relajación de los vasos sanguíneos y alteración del flujo de sangre en el cerebro, al igual que las migrañas comunes. Mientras que las migrañas tradicionales atacan a los centros de dolor, las migrañas asociadas al vértigo atacan a las áreas del cerebro encargadas de gestionar el equilibrio, causando inestabilidad.
Dolor y otras condiciones de pies
Una de las razones más obvias por las que podemos tener problemas con nuestro sentido del equilibrio pueden ser generadas por condiciones que se dan en los pies. Los problemas en los pies—desde juanetes y callos hasta dedos de pelotero y dolor en los pies— pueden afectar nuestra estabilidad y aumentar nuestro riesgo de caernos.
Presión arterial baja
La hipotensión ortostática ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia el cerebro es insuficiente, lo cual nos puede causar tensión baja (hipotensión). Esta condición disminuye la presión sanguínea en las arterias, por lo que estas privan al cerebro de sangre oxigenada. Los resultados son mareos, desorientación, confusión e incluso desmayos si nos sentamos o paramos de forma repentina.
Según Prevención, esta condición es bastante común. La fuente cita un estudio en el que se evaluaron a 938 personas mayores de 40 años en el que el 21% mostró signos de hipotensión ortostática. Aquellos con baja presión sanguínea suelen tener menos de 90 a 60 mmhg.
Esclerosis múltiple (EM)
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta a todo el sistema nervioso, incluyendo el cerebro y la médula espinal. Escribe la Sociedad de Esclerosis Múltiple de Canadá apunta que “esta enfermedad ataca a la mielina, la capa protectora de los nervios, causando inflamación y daño en la mielina”.
Te preguntarás, ¿por qué es tan importante la mielina? ´Pues bien, esta capa es la responsable de transmitir impulsos a través de las fibras nerviosas, por lo que cualquier daño podría generar un efecto mayor en nuestro sistema nervioso. En particular cualquier daño en el cerebelo, una importante parte del cerebro, podría afectar nuestro equilibrio y generarnos falta de estabilidad y poca sensación de control en las extremidades. Uno de los primeros signos de EM es la pérdida de equilibrio y entumecimiento de alguna parte del cuerpo.
Lamentablemente por el momento no hay una cura para la EM, pero afortunadamente se sabe mucho sobre la condición y han habido muchos avances que parecieran acercarnos a una cura. Identificar esta enfermedad de forma temprana es la mejor manera de controlar los síntomas.
Medicamentos con efectos secundarios
Todos conocemos esos anuncios publicitarios que anuncian medicamentos con una larga lista de efectos secundarios que muchas veces parecen peor que las mismas enfermedades. Aunque las medicinas están pensadas para ayudarnos a sanar, muchas de estas drogas tienen efectos secundarios que pueden afectar negativamente nuestro equilibrio. El Centro de Control y Prevención de las Enfermedades señala ciertos sedantes, antidepresivos, antihistamínicos, y medicamentos para la presión sanguínea que se vinculan con problemas de la visión, somnolencia, mareos, y daño en el oído interno (nuestro centro de equilibrio).
Kyn Bywater, Magister en ciencias, terapista ocupacional coordinadora del Centro del Equilibrio en el sistema de salud de Mohawk Valley en Utica, NY, al hablar con Prevención comenta que: “Si las personas están somnolientas por las medicaciones esto afecta su tiempo de reacción, por lo que no podrán equilibrarse correctamente en el caso de alguna molestia repentina”.
Por otro lado, Daniel Gold, DO, un profesor de neurología de la escuela de medicina John Hopkins, dijo que mientras peor se encuentre una persona y más medicación tome para curarse, más grande es la probabilidad de que su sentido del equilibrio se vea comprometido. Además, apunta que “[estos medicamentos] pueden causar reacciones negativas y los problemas de equilibrio pueden agudizarse”.
Enfermedades oculares
Como comentamos previamente, ciertas condiciones pueden interferir con nuestra visión y generar problemas de equilibrio (por ejemplo, la diabetes). De cualquier forma, nuestros ojos también pueden generarnos problemas de mareos y falta de equilibrio si nuestra visión se ve alterada de alguna forma. A veces la solución es tan simple como comenzar a usar los lentes apropiados, pero otras veces se puede tratar de problemas más serios como algún tipo de enfermedad ocular.
Los optometristas dicen que para identificar y prevenir enfermedades como glaucoma o cataratas, que pueden alterar nuestra percepción de profundidad y calidad de la visión, es fundamental un chequeo ocular cada año. Generalmente, cuando se diagnostica temprano, una cirugía de cataratas exitosa puede restaurar nuestra visión de forma completa.
Daño nervioso
Aunque esta condición es menos frecuente que las otras de esta lista, también ocurre. Cuando se genera un daño nervioso lo llamamos neuropatía periférica. Prevención dice que es común en diabéticos, pero que también puede ser causada por una infecciones, deficiencia de vitaminas, desórdenes genéticos, alcoholismo, y otras enfermedades que puedan causar daño en los nervios. Cuando los nervios que usamos para movernos y controlar los músculos se ven afectados, podemos sentir una falta de coordinación y equilibrio. Bywater comenta en Prevención que “cuando no percibimos sensación en nuestros pies, no hay un intercambio eléctrico entre esos nervios y nuestro cerebro, lo que corresponde a un tercio de nuestro equilibrio”.
Prevención menciona otros signos de neuropatía periférica como el dolor agudo, mareos, debilidad muscular, problemas estomacales, entumecimiento de manos y pies, sudor excesivo y sensibilidad al tacto. Aunque los daños al sistema nervioso son mayormente irreversibles, identificarlos temprano puede ayudar a reducir los síntomas.
Enfermedad de Parkinson
Los problemas que se originan en el sistema nervioso pueden ser los culpables de muchos problemas de postura y equilibrio. Por ejemplo, un diagnóstico de esclerosis (EM), enfermedad de Parkinson, ACV, y otros desórdenes atáxicos (atrofia de las células del cerebelo en el cerebro) también generan una deficiencia del control de nuestros músculos como piernas y brazos, resultando en un deterioro de nuestro sentido de equilibrio, causando dificultad para caminar, y problemas de postura, de coordinación y de equilibrio.
La enfermedad de Parkinson tiene un gran impacto en nuestro balance y coordinación por que afecta a la parte del cerebro conocida como sustancia negra, encargada de producir dopamina y ayudarnos a coordinar el movimiento de nuestros músculos. Healthline señala que “en la enfermedad de Parkinson, las células de la sustancia negra comienzan a morir. Cuando esto sucede, los niveles de dopamina se reducen. Cuando estos se reducen entre un 60 y 80%, los síntomas del Parkinson empiezan a aparecer”.
Tumor Cerebral
De más está decir que no te autodiagnostiques un tumor cerebral, especialmente considerando que hay tantas otras explicaciones para una falta de equilibrio. Lo más probable es que se trate de otro motivo, quizás algunos de esta lista que suelen presentarse de forma más frecuente. Al estar conectado con nuestro sistema nervioso central, el cerebro es uno de los órganos más importantes cuando se trata de controlar nuestras funciones corporales. Ciertas áreas del cerebro son responsables del movimiento y coordinación, por lo que si se trata de un tumor ubicado en algún punto específico, pueden verse afectado nuestro equilibrio.
Jamie Bogle, PhD, consultor asociado de la Clínica de Mayo de Arizona dijo en Prevención que un neuroma acústico es un buen ejemplo de cómo un tumor cerebral puede afectar el equilibrio. Este crece en el nervio principal que conecta los oídos al cerebro y afecta en las señales de equilibrio que recibimos. El neuroma acústico es solo uno de tantos tipos de tumores que pueden crecer en algún área del cerebro y alterar nuestro equilibrio y coordinación.
Síndrome de Ramsay Hunt
La Clínica de Mayo comenta que el síndrome de Ramsay Hunt también es conocido como herpes zoster ótico. Los síntomas son similares a los de la culebrilla, incluyendo un desagradable sarpullido, debilidad, problemas de audición, y dolor de oído. La misma fuente informa que este síndrome también puede afectar a “los nervios vestibulares faciales y auditivos”.
¿Cómo podemos contraerlo? WebMD explica que esta enfermedad se origina del virus de culebrilla pero que en su lugar afecta al nervio facial. Además de esto, también puede afectar nuestro equilibrio y causarnos sensaciones de vértigo y/o zumbidos en los oídos.