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¿Cómo puedo saber si tengo una infección de vejiga?

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By ActiveBeat Español

¿Ha tenido alguna vez esa incómoda sensación de tener que ir al baño a orinar, incluso después de haber ido ya? ¿O qué tal una sensación de ardor al orinar? Todo esto suena muy desagradable y déjeme decirle: ¡lo es! Cualquiera que haya sufrido una infección de vejiga puede dar fe de ello. Las infecciones de vejiga son causadas por una infección bacteriana que inflama la vejiga. Por desgracia, las mujeres son más propensas a padecerlas debido a la longitud y la ubicación de la uretra. De hecho, la mayoría de las mujeres habrán sufrido al menos una infección de vejiga al llegar a la edad adulta. Aunque una infección de vejiga no suele ser grave, es necesario actuar con rapidez para tratarla inmediatamente antes de que se extienda al torrente sanguíneo o a los riñones.

A continuación, le presentamos 14 síntomas comunes que podrían indicar que está sufriendo una infección de vejiga…

1. Urgencia de orinar frecuente

La necesidad frecuente y repentina de orinar, incluso después de haber vaciado la vejiga, es un signo muy común de una infección de la vejiga o del tracto urinario (ITU, por su abreviación). El término ITU se refiere a cualquier infección bacteriana en las vías urinarias, incluidos los riñones, los uréteres (los conductos que conectan los riñones con la vejiga), la uretra (el conducto que va de la vejiga al exterior del cuerpo) o la vejiga. En una infección de la vejiga, las bacterias entran en el cuerpo a través de la uretra y se desplazan hacia la vejiga.

Normalmente, el cuerpo trabajará para eliminar las bacterias expulsándolas durante la micción. Sin embargo, si la vejiga está invadida de bacterias, y más concretamente, si las bacterias se adhieren a las paredes de la vejiga y empiezan a multiplicarse, el cuerpo se verá desbordado y no podrá eliminar las bacterias con eficacia. Sin embargo, con una infección de la vejiga, el cuerpo puede responder aumentando la micción, en un intento de eliminar el exceso de bacterias.

2. Interrupción del sueño para orinar

Las ganas de orinar por la noche pueden ser tan fuertes con una infección de la vejiga que lo/la despertarán del sueño varias veces a lo largo de la noche. Es posible que se despierte con frecuencia a lo largo de la noche con ganas de orinar, pero que solo logre hacerlo en pequeñas cantidades. Esto puede ser frustrante porque usted tiene la sensación de que está reteniendo mucha orina, e, incluso, después de orinar, es probable que siga sintiendo la presión y el peso, como si no hubiera vaciado completamente la vejiga.

Para combatir la infección de la vejiga, es fundamental beber mucho líquido (el agua y las infusiones son lo mejor) a fin de intentar eliminar las bacterias de la vejiga. Es posible que el médico también le recomiende beber jugo de arándanos para aumentar los niveles de ácido en la orina, lo que puede acelerar la destrucción de las bacterias. Sin embargo, a medida que aumente la ingesta de líquidos, es probable que tenga que orinar con más frecuencia, especialmente durante la noche.

3. Orina teñida de sangre

Si su orina aparece turbia o contiene trazas de sangre (lo que se conoce clínicamente como “hematuria”), probablemente tenga una infección de vejiga, especialmente si su orina huele mal. Si acude a su médico quejándose de una orina turbia, con sangre y mal olor, así como de dolor al orinar (“disuria”) y de la necesidad frecuente de vaciar la vejiga, es probable que su médico sospeche que se trata de una ITU.

El médico utilizará una prueba llamada análisis de orina para diagnosticar una ITU. Durante un análisis de orina, se toma una muestra de orina y se examina en un laboratorio para detectar la presencia de bacterias, nitratos, glóbulos blancos, glóbulos rojos y sustancias químicas específicas que indican una infección de la vejiga. El médico también puede utilizar una prueba llamada “cultivo de orina” para determinar específicamente el tipo de bacterias presentes en la orina y hacer una prescripción de antibióticos adecuada.

4. Ardor al orinar

Un doloroso ardor al orinar es uno de los síntomas más comunes de una infección de vejiga. Cuando no se orina, la vejiga también puede sentirse pesada y dolorida. Las mujeres corren más riesgo que los hombres de padecer una ITU por razones anatómicas básicas. Por ejemplo, las mujeres tienen uretras más cortas, lo que significa que el camino hacia la vejiga es mucho más cómodo para que las bacterias viajen y se infiltren.

Además, las mujeres tienen la uretra más cerca del recto que los hombres. Esto hace que las mujeres corran más riesgo que los hombres de sufrir una infección bacteriana, ya que -de nuevo- las bacterias tienen una distancia más corta que recorrer. Cualquier anomalía del tracto urinario (como obstrucciones, cirugías recientes, uretra estrecha, embarazo o uso de una sonda) puede aumentar el riesgo de sufrir infecciones urinarias frecuentes y recurrentes.

5. Fiebre

En el caso de los ancianos o los niños, una infección de la vejiga puede provocar un aumento de la temperatura junto con escalofríos. Esto es un signo de que la infección se ha extendido a los riñones. Es habitual que cualquier infección provoque una fiebre de leve a alta, ya que el cuerpo intenta luchar contra los invasores extraños. De hecho, muchas personas con infecciones de las vías urinarias se ven obligadas a acudir al médico, si presentan fiebre.

Las infecciones de la vejiga se tratan con antibióticos recetados que se toman por vía oral para eliminar las bacterias. Normalmente, la fiebre no durará mucho tiempo. En cuanto las bacterias que causan la infección de la vejiga empiezan a ser eliminadas, la inmunidad de su cuerpo será más fuerte y los síntomas de fiebre, vejiga pesada, dolor de vejiga y sensación de ardor que siente al orinar, empezarán a disminuir gradualmente.

6. Agotamiento

La fatiga y el letargo son habituales con las infecciones de la vejiga, sobre todo en pacientes de edad avanzada o con una salud inmunitaria comprometida. Este síntoma también puede indicar que la infección de la vejiga se ha agravado. Cuando el organismo se ve invadido por bacterias, el sistema inmunitario concentra su energía en combatir la infección. Esta es una de las razones por las que, a menudo, siente agotamiento cuando está enfermo/a.

Otra razón por la que puede sentir fatiga cuando lucha contra una infección de la vejiga es la deshidratación. Como el cuerpo intenta eliminar las bacterias del organismo a través de la orina, orinará con más frecuencia y la cantidad de orina en cada visita al baño puede aumentar. Por eso es muy importante mantener altos los niveles de líquido mientras se lucha contra una ITU. Beba agua e infusiones en un esfuerzo por producir más hidratación y eliminar las bacterias del cuerpo más rápidamente a través de la orina.

7. Inflamación

Una infección de la vejiga da lugar a una hinchazón dolorosa de la vejiga y la uretra. Esta inflamación provoca dolor y una sensación de peso constante en la parte inferior del abdomen. Las infecciones de la vejiga son el resultado de las bacterias que se desplazan desde la uretra hasta la vejiga, se adhieren a las paredes de la vejiga y comienzan a multiplicarse. El resultado es la cistitis, que los médicos denominan inflamación de la vejiga.

Si su médico le diagnostica una infección de la vejiga, normalmente le recetará antibióticos por vía oral para intentar eliminar las bacterias que causan la inflamación de la vejiga. Mientras tanto, es posible que experimente varios efectos secundarios de una vejiga inflamada, tales como una sensación de pesadez en el abdomen, dolor, sensación de ardor al orinar y un aumento de las ganas de orinar.

8. Mojar la cama

Los niños pequeños y los pacientes de edad avanzada con infecciones de la vejiga suelen ser incapaces de controlar la vejiga, sobre todo mientras duermen, lo que puede dar lugar a una embarazosa enuresis. Sin embargo, las ganas de orinar pueden ser más frecuentes y apremiantes a medida que la infección de la vejiga empeora. Esto puede significar que sienta la necesidad de orinar repentinamente mientras duerme, y que no pueda llegar al baño a tiempo.

La sensación que se produce con una ITU puede variar de una persona a otra. Sin embargo, muchos caracterizan una infección de la vejiga con una sensación de peso en el abdomen (o la vejiga), que provoca una necesidad frecuente y repentina de orinar. Esto puede ocurrir durante la noche, especialmente si se ejerce alguna presión sobre la vejiga. También se puede sentir una sensación de ardor u hormigueo al orinar, y la orina puede oler mal y estar teñida de sangre.

9. Dolor de espalda

El dolor lumbar es habitual en las infecciones graves de la vejiga, especialmente si las bacterias entran en el torrente sanguíneo o se extienden a los riñones. Esto se debe a la ubicación de la vejiga en el cuerpo. Nuestra vejiga es un saco muscular situado en la pelvis, justo por encima y detrás del hueso púbico. Cuando la vejiga está vacía, tiene el tamaño y la forma de una pera. Sin embargo, cuando la vejiga está llena e inflamada, como ocurre en el caso de una ITU, el tamaño del órgano aumenta y puede presionar la pelvis e incluso provocar dolor y presión en la zona lumbar.

Por eso, al diagnosticar una infección de vejiga, el médico puede preguntarle si tiene alguna molestia en la zona pélvica, así como presión o dolor en la parte baja del abdomen y la espalda. El médico también puede presionar suavemente en la parte baja del abdomen para explorar la zona en busca de dolor y signos de inflamación. Además de la exploración física, su médico puede realizar un análisis de orina, a fin de examinar una muestra de orina en busca de rastros de bacterias y otros gérmenes extraños.

10. Orina maloliente y con coloración

¿Ha notado alguna vez que la orina puede tener a veces un poco de olor después de beber mucho café o comer muchos espárragos? Ocurre. También pasa durante una infección de la vejiga. Según Women’s Health, la orina procedente de una vejiga infectada tendrá un fuerte olor a amoníaco.

Además de tener un olor un poco extraño o incluso sangre en la orina, una infección de la vejiga puede provocar una orina turbia. Normalmente nuestra orina es de un color amarillo claro, dependiendo de lo que hayamos bebido (agua, jugo o café). Pero cuando el tracto urinario está luchando contra una infección, según Health24.com, “su orina puede contener pus (el cual contiene células cutáneas muertas, bacterias y glóbulos blancos) dándole un aspecto turbio o nublado”.

11. Incontinencia urinaria

Las pérdidas de orina son frecuentes en las mujeres mayores. La mayoría de las personas que tienen una infección de la vejiga experimentarán uno -o más- de los otros síntomas mencionados en esta lista. Las mujeres que han pasado por la menopausia tienen un mayor riesgo de desarrollar una infección de vejiga debido a la disminución de estrógenos. Además, son más propensas a padecer infecciones asintomáticas, señala Women’s Health.

“La incontinencia urinaria es uno de los síntomas que puede motivarlas a visitar al médico, y cuando las revisamos encontramos una ITU”, dice la doctora Jessica Shepherd, MD, especialista en obstetricia y ginecología de Chicago, al hablar con Women’s Health. “Las mujeres con este problema no pueden percibir cuándo su vejiga está llena, y cuando dejan que la orina permanezca allí demasiado tiempo pueden contraer una infección”, dice la Dra. Shepard.

12. Temblores, cansancio y escalofríos

Si tiene síntomas parecidos a los de la gripe, junto con una infección de la vejiga, podría significar que la infección se ha trasladado al riñón, lo que es mucho más grave. Healthline escribe: “Una infección renal suele causar fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. Normalmente se sentirá bastante mal”. Si este es el caso, busque atención médica de inmediato. Las infecciones renales, que se conocen clínicamente como “pielonefritis”, son graves.

Women’s Health añade que estos síntomas podrían “ser un signo de sepsis, lo que significa que la infección está afectando sus sistemas de órganos y está en su torrente sanguíneo”. Esto también es una complicación grave. Si siente temblores, cansancio y escalofríos, junto con otros síntomas de esta lista, acuda al médico.

13. Dolor de abdomen

Además del dolor de espalda, las personas que sufren una infección de vejiga también experimentan dolor abdominal. La cistitis se produce cuando la vejiga se inflama a causa de una infección, y uno de los signos más comunes es la sensibilidad en la región abdominal. “La presión en la pelvis (sobre todo alrededor del hueso púbico) puede causar algunas molestias graves, especialmente cuando se combina con la micción frecuente y dolorosa”, escribe Health24.com.

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