¡Deténgase! Antes de que engulla ese pedazo de queso o ese cuestionable cartón de huevos en su refrigerador, debería considerar las consecuencias.
La intoxicación alimentaria es causada por bacterias desagradables que se desarrollan en los alimentos — las secuelas son típicamente cólicos, gases, diarrea, náuseas y vómitos que duran hasta que el alimento “malvado” sea erradicado del cuerpo.
Sé que es desagradable, pero tenemos que hablar sobre los no-tan-divertidos-datos de la intoxicación alimentaria…
1. Causas de enfermedades transmitidas por alimentos
Diversas formas de intoxicación alimentaria infectan a millones de estadounidenses cada año. Las enfermedades transmitidas por alimentos se producen cuando consumimos las toxinas en los alimentos (generalmente una bacteria, un virus o parásitos), los cuales causan malestar en el tracto gastrointestinal.
2. Bacterias comunes de los alimentos
Las bacterias más típicas que contaminan los alimentos incluyen listeria, salmonella, campylobacter, bacilo cirio y e. coli. Todos los contaminantes en los alimentos causarán síntomas similares; sin embargo, la intensidad de ciertos síntomas (es decir, vómitos) puede ser más intensa con ciertas bacterias (es decir, bacilo cirio).
3. Síntomas típicos de la intoxicación alimentaria
Los síntomas de la intoxicación alimentaria — asociados con vómitos, calambres estomacales, dolor muscular general, fatiga, sudor y diarrea — a menudo se hacen sentir pocas horas después de haber consumido los alimentos contaminados.
4. Los peligros de la deshidratación
El resultado más grave de las enfermedades transmitidas por alimentos es la deshidratación, debido a la diarrea, los vómitos, la sudoración y la fiebre. Estos síntomas pueden ser un peligro para la vida y se requerirá hospitalización si no disminuyen en unos días.
5. Duración de la intoxicación alimentaria
La mayoría de los casos de enfermedades transmitidas por alimentos suele aliviarse por sí sola en cuestión de 48 a 72 horas después de haber bebido o ingerido los alimentos contaminados. Sin embargo, los pacientes deben buscar asistencia médica si vomitan, experimentan fiebre (de más de 101F) o tienen sangre en las heces durante más tiempo.
6. Complicaciones de las enfermedades transmitidas por alimentos
Si no se tratan ciertas bacterias persistentes (por ejemplo, e. coli o salmonella), pueden dañar los riñones y dejar a un paciente con problemas renales graves y crónicos. En estos casos, el paciente puede necesitar ayuda para su rehidratación y se le pueden prescribir antibióticos para combatir las bacterias.
7. La lucha contra la intoxicación alimentaria
La mayoría de los adultos saludables puede, afortunadamente, resistir y derrotar estas enfermedades infecciosas sin necesidad de llegar a la deshidratación ni a la hospitalización. Pueden sufrir síntomas incómodos y ser obligados a hacer reposo de 1 a 2 días mientras el cuerpo elimina la toxina de los alimentos.
8. Susceptibilidad a la intoxicación alimentaria
Sin embargo, aquellos con baja inmunidad pueden quedar gravemente enfermos al ser afectados por una intoxicación alimentaria. Son más susceptibles a la enfermedad severa los bebés, los ancianos, las mujeres embarazadas, los diabéticos, los pacientes con VIH, los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia o los individuos que estén recuperándose de una cirugía.
9. Tratamientos caseros para la intoxicación alimentaria
La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria en individuos sanos requiere típicamente, nada más que hidratación y reposo. Prevenir la deshidratación (especialmente si los vómitos y la diarrea son severos) es lo más importante para mantener el equilibrio electrolítico adecuado con fluidos, como Gatorade o Pedialyte.
10. Prevención de las enfermedades transmitidas por alimentos
La prevención es clave para evitar un ataque repugnante de intoxicación alimentaria. Puede ser proactivo y mantener las bacterias de los alimentos lejos de su casa por medio de la manipulación segura, de la limpieza y de la preparación de los alimentos en su hogar cuando los almacena o los toca y cuando prepara comidas. Por ejemplo, el lavado adecuado de las manos y de los alimentos antes de manipularlos evitará la contaminación por bacterias.
