Nuestros cuerpos se inflaman cuando el sistema inmunológico entra en acción. Si usted sufre una lesión de tobillo; su sistema inmunológico desencadenará una respuesta inflamatoria (o cascada inflamatoria) enviando glóbulos blancos para cuidar el daño — por ejemplo, el tobillo se hincha, se enrojece, se vuelve caliente al tacto y está delicado — lo cual indica que el sistema inmunológico está trabajando para que pueda comenzar el proceso de curación.
Cuando se producen lesiones o infecciones; son nada más y nada menos que una respuesta del sistema inmunológico. Sin embargo, la inflamación crónica ocurre cuando la inflamación persiste y no deja empezar el proceso de curación. A menudo afecta a las tripas (o tracto gastrointestinal), generando hinchazón dolorosa, alternando diarrea y estreñimiento, gases y abdomen dilatado.
Aquí hay 9 causas potenciales de la inflamación crónica del tracto digestivo.
1. Estrés Emocional
El estrés psicológico en forma de ataque de pánico, pulso acelerado o sudoración nocturna es un signo de cortisol el cual incita la inflamación. El cortisol es la hormona “lucha o huida”, que se inicia desde las gándulas suprarrenales cuando se percibe una amenaza. Resulta en vasos sanguíneos dilatados que fuerzan la sangre a los órganos para la preparación de un ataque. Esta respuesta de “lucha o huida” se convierte en un estado normal durante momentos de estrés persistente; y la inflamación crónica ocurre cuando su sistema inmunológico y las glándulas suprarrenales están en sobrecarga.
2. Estrés Físico
El cuerpo reacciona de una manera similar cuando el estrés es físico. Tomemos por ejemplo un ataque de hipoglucemia (baja azúcar en la sangre). El pánico en el cuerpo físico desencadenará una respuesta inmunológica y la inflamación crónica puede causar que su tracto intestinal se desequilibre, que aparezcan urticarias en su piel y que su cuerpo literalmente deje de funcionar. Una vez que restaura los nutrientes, electrolitos y sustentos para el cuerpo, las cosas volverán a la normalidad. Sin embargo, si tiene el hábito de saltarse comidas, su sistema inmunológico seguirá estando desequilibrado.
3. Problemas Digestivos
Como la inflamación crónica se origina en el sistema digestivo, es lógico que los desórdenes digestivos puedan ser una fuente de inflamación. A menudo, una simple dieta anti-inflamatoria, alta en ácidos grasos esenciales, suplementos digestivos pro bióticos y ejercicio diario ayudarán a equilibrar el tracto intestinal y lograrán que éste funcione de nuevo perfectamente.
4. Mala Alimentación
Cuando comemos una comida particularmente abundante, nuestro sistema digestivo necesita hacer un trabajo extra para lograr una digestión eficiente. Esto ocurre a menudo si nos basamos en comidas rápidas, procesadas o muy ricas en azucares, como los alimentos principales de nuestras dietas. Cuando el metabolismo y el tracto gastrointestinal trabajan en exceso, puede producirse la inflamación crónica.
5. Niveles de Insulina
La comunidad médica también ha vinculado la insulina y los niveles de glucosa a la inflamación crónica. Por ejemplo, los individuos obesos que son propensos a desarrollar diabetes tipo 2 a menudo tienen problemas con la inflamación crónica.
6. Alergias Alimenticias
Factores específicos desencadenantes de la alergia alimenticia, tales como la caseína (encontrada en productos lácteos) y el gluten (que se encuentra en el trigo) provocarán una respuesta inflamatoria en el tracto digestivo en personas sensibles. La única manera de aliviar la inflamación es eliminando completamente estos alérgenos de su dieta (a través de una dieta de eliminación) o tomando suplementos prebióticos para aumentar los niveles de bacterias “buenas” y ayudar a una digestión sana.
7. Hormonas
La inflamación también se ha vinculado con los niveles desequilibrados de ciertas hormonas, como los estrógenos, la progesterona y la testosterona. Es por esto que la inflamación crónica afecta a menudo a las mujeres menopáusicas, causando enfermedades como la osteoporosis, el aumento de peso y el acné en adultos.
8. Sintéticos
Algunos individuos pueden experimentar una respuesta inflamatoria a ciertas fibras sintéticas encontradas en productos como el látex, adhesivos y plásticos. Muchas veces estos sintéticos culpables están en nuestros lugares de trabajo o casas y nos causan problemas sin nosotros ni siquiera saberlo.
9. Productos Químicos
Los químicos en los productos de limpieza, ambientadores o cosméticos son otra fuente común de inflamación, sobre todo si los productos químicos están en el aire o los irritantes son absorbidos directamente por la piel. Incluso una baja exposición a sustancias químicas puede existir en casa, en el trabajo, en el aire que respiramos y en el agua que bebemos, lo que provoca una inflamación crónica.
10. Alimentos Desencadenantes
Los alimentos desencadenantes no son necesariamente malos para la salud, sin embargo, pueden hacer que su cuerpo se inflame. Aceites — como cártamo, girasol, maíz, soja y cacahuete — contienen altos niveles de ácido linoleico que a menudo causa una respuesta inflamatoria. Para otros, las dietas que son altas en carbohidratos pueden causar inflamación, así que preste atención a lo que come y cómo afecta a su cuerpo.