La Esclerosis Múltiple (EM) es un desorden autoinmune progresivo que desgasta las cubiertas que protegen las células nerviosas. Afecta a unos 2,5 millones de personas alrededor del mundo y debilita gradualmente las funciones corporales atacando a las células del cerebro y la columna vertebral.
Por alguna razón desconocida, la EM afecta más a las mujeres que a los hombres, pero la herencia familiar es la principal causa de vulnerabilidad a esta enfermedad crónica y a sus síntomas impredecibles…
Quince importantes síntomas de alerta temprana de la esclerosis múltiple son…
1. Adormecimiento
Los enfermos de esclerosis múltiple suelen sentir un hormigueo y un entumecimiento constantes en la cara y las extremidades (es decir, las piernas, los brazos y los dedos) debido al daño de las células nerviosas en el cerebro y la columna vertebral. Este entumecimiento suele estar relacionado con el hecho de que la esclerosis múltiple afecta el cerebro y la columna vertebral (el centro de mensajes del cuerpo).
El cerebro y la columna vertebral a menudo envían señales contradictorias o no envían ninguna señal, lo que suele provocar entumecimiento en las zonas de las piernas, los brazos, los dedos y la cara. El entumecimiento suele ir acompañado de sensaciones de hormigueo. Otros síntomas iniciales comunes son la fatiga, el dolor y los espasmos musculares.
2. Fatiga
La fatiga muscular inexplicable y la debilidad muscular, especialmente en las piernas y los pies, afectan a la mayoría de los individuos con esclerosis múltiple temprana. La fatiga se agrava a medida que los nervios de la columna vertebral se degradan. Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (National Multiple Sclerosis Society), aproximadamente el 80% de los pacientes con esclerosis múltiple en fase inicial experimentan esta fatiga crónica y debilidad muscular.
El agotamiento crónico y la debilidad muscular son el resultado típico del deterioro gradual de los nervios de la columna vertebral. Muchos pacientes con esclerosis múltiple no experimentan signos perceptibles de un problema al principio de la enfermedad. Sin embargo, una ligera debilidad puede progresar rápidamente hasta convertirse en fatiga inexplicable, aturdimiento, falta de coordinación, problemas de equilibrio y vértigo, los que pueden aparecer de repente y prolongarse durante días o semanas.
3. Problemas de visión
Uno de los primeros signos de la esclerosis múltiple son los problemas de visión, la que se va degradando lentamente con el tiempo. Estos problemas a veces van acompañados de dolor ocular. Esto se debe a la inflamación del nervio óptico, una afección denominada médicamente “neuritis óptica”, que provoca visión borrosa en uno o ambos ojos e, incluso, daltonismo.
La inflamación del nervio óptico puede afectar la visión central, provocando visión borrosa, puntos ciegos, dolor, visión doble, daltonismo, o disminución de la visión en uno o ambos ojos. Los problemas de visión de la esclerosis múltiple suelen aparecer gradualmente, ya que la degeneración de la visión puede ser lenta.
4. Pérdida de control del intestino y vejiga
Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes con esclerosis múltiple tienen problemas con el control de los intestinos y la vejiga.
Esto se debe a que la función de la vejiga y el intestino está controlada en gran medida por el sistema nervioso central (SNC). La degeneración de los nervios puede provocar polaquiuria -esto es, incontinencia urinaria, o incapacidad para retener la orina-, frecuentes idas al baño por la noche, estreñimiento, pérdida de control de los esfínteres y diarrea explosiva, así como falta de excitación sexual.
5. Pérdida de memoria
Dado que la esclerosis múltiple ataca el sistema nervioso central, es habitual que las personas con una esclerosis múltiple más avanzada sufran una combinación de pérdida de memoria, incapacidad para concentrarse y problemas de habla o lenguaje. Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, aproximadamente el 50 por ciento de las personas que padecen esclerosis múltiple sufren un deterioro de la función cognitiva.
El deterioro del SNC puede presentarse de diversas formas en los distintos pacientes con esclerosis múltiple. Por ejemplo, los pacientes pueden experimentar desorganización, problemas de toma de decisiones, falla de la memoria, falta de concentración, disminución de la capacidad de atención e incluso problemas de habla y lenguaje. Como es lógico, estas alteraciones de la función cognitiva pueden provocar irritabilidad y depresión en muchos pacientes.
6. Espasmos musculares
Los espasmos musculares bruscos y espontáneos son uno de los síntomas más visibles y embarazosos de la esclerosis múltiple. Los espasmos musculares suelen ser bastante dolorosos y, luego de suceder, pueden dejar las extremidades (es decir, los brazos y las piernas) bastante doloridas y rígidas. Según las investigaciones de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, aproximadamente el 50% de los pacientes con esclerosis múltiple sufre de espasmos musculares crónicos y dolorosos.
El dolor muscular constante y los movimientos musculares involuntarios (o espasmos) también suelen ir acompañados de rigidez articular y muscular crónica y movimientos espasmódicos (especialmente en las extremidades), así como de dolor de espalda crónico.
7. Disfunción sexual
El deseo sexual también puede disminuir, e incluso desaparecer, para quienes sufren los estresantes e imprevisibles síntomas de la esclerosis múltiple. El sexo puede convertirse en un reto debido al deterioro del SNC. Según las investigaciones de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, la excitación sexual está controlada en gran medida por el SNC, ya que el cerebro recibe los mensajes iniciales del SNC y envía las señales a los órganos sexuales a través de los nervios de la médula espinal.
Sin embargo, a medida que la esclerosis múltiple deteriora estas vías nerviosas de la médula espinal, la excitación, la fatiga sexual, la tensión muscular involuntaria y el orgasmo, pueden verse afectados. Como es lógico, la función sexual también puede disminuir como consecuencia de la depresión y la baja autoestima. Un estudio realizado por la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple indicó que aproximadamente el 63% de los pacientes con esclerosis múltiple informaron un deterioro y una disfunción sexual tras el diagnóstico.
8. Mareo
Además del deterioro cognitivo y los problemas de memoria, los problemas de equilibrio y marcha pueden resultar molestos a medida que la esclerosis múltiple va degradando las células nerviosas y pone en peligro la coordinación y la movilidad. Esto explica por qué muchos pacientes con esclerosis múltiple sufren una forma de mareo denominada vértigo y caminan utilizando un bastón como apoyo.
Dado que la coordinación está controlada principalmente por el SNC, el equilibrio puede disminuir gradualmente y pueden producirse sensaciones de voltereta, mareo y vértigo, cuando una persona pasa de estar sentada o tumbada a estar de pie. Los problemas de marcha (o los problemas de equilibrio) suelen llevar a los pacientes con esclerosis múltiple a utilizar bastones, andadores y, finalmente, sillas de ruedas, a medida que la movilidad disminuye.
9. Convulsiones
Las convulsiones (epilepsia) son muy frecuentes en los pacientes con esclerosis múltiple. Suelen producirse por el desarrollo de lesiones en la zona del cerebro conocida como corteza cerebral (el tejido neural más externo que cubre y protege el cerebro). El cerebro es la parte más grande del encéfalo. De hecho, según un estudio italiano publicado por el National Institutes of Health de los Estados Unidos, el riesgo de epilepsia es mayor en los pacientes con esclerosis múltiple.
El estudio hizo un seguimiento de 170 casos de esclerosis múltiple entre los años 1975 y 1994, e incluyó un examen neurológico completo de cada paciente para descubrir si la esclerosis múltiple conducía al desarrollo de epilepsia tras el inicio y el diagnóstico de la misma. Concluyó que el riesgo de desarrollar epilepsia se triplicaba en los pacientes con esclerosis múltiple en comparación con el público en general.
10. Depresión
Sufrir una enfermedad debilitante como la esclerosis múltiple -además de afectar la salud física-, suele pasar factura a la salud emocional del paciente. Es por ello que muchos enfermos de esclerosis múltiple luchan contra la depresión grave, la irritabilidad y los cambios de humor. De acuerdo con la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, la depresión y los trastornos del estado de ánimo son bastante comunes entre los pacientes con esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una “enfermedad estilo montaña rusa” -ya que afecta la movilidad, la memoria, la capacidad de cuidar de sí mismo, la independencia y las relaciones personales del paciente-, por lo que resulta lógico que vivir con esta enfermedad sea una montaña rusa de emociones. Además de la depresión, puede provocar mal humor, irritabilidad (sobre todo con el deterioro cognitivo y de la memoria) y episodios de risa incontrolable seguidos de episodios de llanto incontrolado (una condición conocida como “afección pseudobulbar”).
11. Problemas del habla
Como se ha mencionado anteriormente, la esclerosis múltiple hace que el SNC se deteriore, lo que puede dar lugar a problemas o trastornos del habla (conocidos médicamente como “disartria”). Lo más habitual es que las personas con esclerosis múltiple arrastren las palabras debido a la debilidad muscular o a la falta de coordinación.
Otro trastorno común es la llamada “disartria fragmentada”, la que, de acuerdo con la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple “produce un habla en la que la ‘melodía’ normal o el patrón del habla está interrumpido, con pausas anormalmente largas entre las palabras o las sílabas individuales de las palabras”. Las personas con esclerosis múltiple también pueden mostrar lo que se conoce como “habla nasal”, en la que parece que la persona que habla está resfriada o tiene una obstrucción nasal.
12. Problemas para tragar
En las primeras etapas de la esclerosis múltiple, puede ser difícil notar cambios en la deglución, pero es un síntoma bastante común. De hecho, la Sociedad de Esclerosis Múltiple afirma que “al menos un tercio” de las personas que padecen el trastorno experimentan cambios -en algún grado- en la deglución, a lo largo de la progresión de la enfermedad.
Además de los cambios en el habla, como ya se ha comentado, la fuente dice que los problemas de deglución pueden incluir “problemas para masticar”, “alimentos que se atascan en la garganta”, “alimentos o bebidas que regurgitados” y “tos y balbuceos durante y después de comer”. Si nota que tiene alguno de estos problemas, asegúrese de hablar con su médico.
13. Cambios menstruales
Como se ha mencionado anteriormente, la esclerosis múltiple afecta dos veces más a las mujeres que a los hombres. Uno de los síntomas que pueden experimentar las mujeres con esclerosis múltiple es la ausencia de períodos menstruales, también conocida como “amenorrea”.
Aunque los períodos menstruales no desaparezcan por completo, pueden producirse otros cambios. Lo más común es que los síntomas de la esclerosis múltiple parezcan empeorar antes o durante el ciclo. Varios estudios han descubierto que entre el 43 y el 82 por ciento de las mujeres experimentan este empeoramiento temporal de los síntomas, lo que, de acuerdo con EverydayHealth.com, podría deberse a la “disminución de los niveles de estrógeno que preceden a la menstruación”.
14. Habilidades motoras finas deficientes
Al inicio de la esclerosis múltiple, cuando el trastorno autoinmune empieza a desgastar las capas protectoras que rodean las células nerviosas, una de las funciones afectadas es la motricidad fina de la persona. Esto puede dificultar la realización de actividades cotidianas normales, como enviar mensajes de texto, teclear, escribir e incluso abrocharse la ropa.
A medida que la esclerosis múltiple avanza, dice Women’s Health Magazine, “puede causar ‘lesiones‘, o áreas de daño en su sistema nervioso” y, si una de estas lesiones se desarrolla en la parte posterior del cerebro, “puede perjudicar su destreza manual”.
15. Cambios en la sensibilidad y tolerancia a la temperatura
La esclerosis múltiple también puede provocar cambios en la capacidad del cuerpo para percibir la temperatura. Esto suele ocurrir con las manos, en particular, como resultado del daño nervioso, lo que puede dificultar la comprobación de la temperatura del agua (como en el fregadero o la ducha) o la estimación rápida de la temperatura exterior.
Además, la enfermedad autoinmune puede hacer que las personas se vuelvan sensibles al calor. EverydayHealth.com dice: “Si se siente mareado, desvaneciente, o inusualmente incómodo en temperaturas cálidas o cuando realizas actividades que calientan el cuerpo -como sumergirse en una bañera caliente, hacer ejercicio o tomar el sol-, podría ser un signo de esclerosis múltiple”.