El trastorno bipolar, a veces denominado “enfermedad bipolar” o “maniacodepresiva”, es un trastorno del estado de ánimo que afecta a millones de personas de toda condición. Según los profesionales de la medicina, las personas que padecen este trastorno experimentan distintos episodios de manía (estados de ánimo extremadamente excitados), que suelen ir seguidos de episodios de depresión, y viceversa.
El síntoma más común asociado al trastorno bipolar es la alternancia de periodos diferenciados de estado de ánimo elevado y decaído. Los individuos bipolares experimentan una euforia y una felicidad elevadas, seguidas de una depresión y un sentimiento de culpa drásticos. Aunque la oscilación entre episodios maníacos y depresivos es el síntoma más común, no es el único. Hay otras características de esta enfermedad, y muchas de ellas se contradicen entre sí. Esencialmente, hay dos tipos de síntomas: los síntomas maníacos y los síntomas depresivos. Cada conjunto de síntomas produce tipos de comportamiento muy diferentes y a menudo se experimentan de forma consecutiva en un corto período de tiempo.
A continuación, se presenta una lista de los síntomas bipolares recopilados de diversas fuentes médicas, así como el tipo (maníaco o depresivo, o ambos) asociado a cada uno de ellos…
Períodos diferenciados de estado de ánimo elevado y deprimido
Tipo: Maníaco y Depresivo
La alternancia de períodos diferenciados de estado de ánimo elevado y deprimido es el síntoma más común del trastorno bipolar e involucra tanto síntomas maníacos como depresivos. Se caracteriza por un periodo de estado de ánimo elevado, expansivo o irritable y de mayor energía, seguido de un estado de ánimo deprimido o de pérdida de interés y placer en todas -o casi todas- las actividades, o viceversa. Los periodos maníacos pueden durar desde unos días hasta unos meses, al igual que sus homólogos depresivos.
Muchas personas con trastorno bipolar también experimentan una fase de amortiguación conocida como “hipomanía”, que es un episodio maníaco leve, que no interfiere significativamente con las responsabilidades y el comportamiento cotidiano del paciente. También es frecuente que las personas experimenten inestabilidad del estado de ánimo en los días previos a la manifestación completa de un episodio maníaco o depresivo.
Euforia
Tipo: Maníaco
Un episodio maníaco presenta síntomas de euforia en los pacientes. Los afectados experimentan un nivel elevado de felicidad y una sensación de logro. A menudo se dedican a proyectos y actividades orientados a objetivos, y se sienten “imparables” en la consecución de esos objetivos, aunque, a menudo, se desinteresan fácilmente de ellos.
Algunos pacientes describen la euforia del trastorno bipolar como una especie de “exultación”. Pueden sentirse muy extrovertidos y anormalmente felices, independientemente de que la situación social en la que se encuentren lo justifique, o no. A la inversa, la euforia puede dar paso repentinamente a una irritabilidad extrema.
Discurso acelerado
Tipo: Maníaco
Un buen indicio de que alguien está experimentando un episodio maníaco es la velocidad del habla. Los pacientes comenzarán a hablar repentinamente con extrema rapidez durante largos periodos de tiempo, pero rara vez son capaces de seguir una línea de pensamiento hasta su conclusión lógica. En su lugar, tienden a saltar de un tema a otro en modo de fuego rápido, mostrando patrones de pensamiento que tienen poco sentido para las demás personas a su alrededor.
Los síntomas de discurso acelerado forman parte de una explosión general de energía que los pacientes experimentan durante un episodio maníaco. Otras características incluyen embarcarse en más actividades orientadas a objetivos y la sensación de ser “imparables”, así como la inquietud y la sobrevaloración de las propias capacidades, lo que también es una característica de los síntomas maníacos.
Pensamientos acelerados
Tipo: Maníaco
Los pensamientos acelerados son un síntoma maníaco bipolar común. Los individuos suelen tener dificultades para concentrarse en una cosa y tienden a analizar en exceso sus pensamientos. Los pensamientos y el discurso saltan aparentemente al azar de un tema no relacionado a otro, lo que aumenta la distracción del paciente. Estos síntomas frenan considerablemente la búsqueda de objetivos por parte del paciente.
Durante los episodios maníacos más leves, conocidos como “hipomanía”, los pacientes son capaces de reducir en gran medida las consecuencias caóticas de sus pensamientos acelerados. Mientras que los pacientes pueden disfrutar de claridad mental y de altos periodos de productividad durante la fase de hipomanía, estos efectos positivos se desvanecen repentinamente cuando el paciente desciende a la manía total.
Irritación
Tipo: Maníaco y Depresivo
La irritación y la agitación son comunes tanto en los episodios maníacos como en los depresivos. Los afectados se irritan con facilidad ante situaciones que normalmente no les provocarían agitación.
El tratamiento del trastorno bipolar suele centrarse en estabilizar el estado de ánimo, evitando así los cambios de fase -tanto repentinos como prolongados- entre los episodios de manía y depresión. La gravedad de estos episodios suele ser utilizada por los médicos para determinar si un determinado paciente está respondiendo, o no, al tratamiento.
Hiperactividad física
Tipo: Maníaco
Cuando una persona experimenta un episodio maníaco, suele tener niveles de energía extremadamente altos. Para ayudar a aliviar la energía, los individuos suelen recurrir a la actividad física. Si alguien siente repentinamente la necesidad de hacer ejercicio en exceso, puede ser un indicio de un problema subyacente, sobre todo si este comportamiento sigue un patrón cíclico y es interrumpido por largos períodos de letargo.
Otra forma en que se manifiesta este síntoma es a través del comportamiento sexual compulsivo. Durante un episodio maníaco, el paciente puede practicar repentinamente sexo arriesgado o excesivo sin tener en cuenta las posibles consecuencias. Esto puede provocar toda una serie de problemas, como infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Uso descuidado de drogas/alcohol
Tipo: Maníaco
A veces, las personas que sufren un trastorno bipolar recurren a las drogas y al alcohol. El uso descuidado de estas sustancias puede ser una señal de advertencia de problemas más profundos. Y lo que es peor, se ha demostrado que tanto las drogas ilícitas como el consumo excesivo de alcohol desestabilizan aún más el estado de ánimo, lo que no hace sino empeorar los síntomas de la enfermedad.
También se sabe que las drogas y el alcohol aumentan la ansiedad que puede acompañar a la “fase-puente” hipomaníaca, por lo que no es de extrañar que la mayoría de los programas de tratamiento exitosos recalquen a los pacientes que deben limitar o eliminar el consumo de alcohol y evitar por completo las drogas sin prescripción.
Disminución de la necesidad de dormir
Tipo: Maníaco
Como se ha señalado anteriormente, los episodios maníacos suelen implicar grandes estallidos de energía y euforia. Estos síntomas pueden hacer que sea increíblemente difícil dormir. Un individuo que experimenta este síntoma puede requerir menos sueño, pero no necesariamente se sentirá cansado o agotado. En consecuencia, este síntoma es erróneamente diagnosticado como insomnio.
Una persona que padece insomnio experimenta una dificultad persistente para conciliar el sueño o permanecer dormido. Esto no es exactamente lo que ocurre durante un episodio maníaco. Los pacientes normalmente no se sienten cansados en el mismo grado que lo harían normalmente y, por lo tanto, optan por permanecer despiertos y embarcarse en tareas que gasten su energía, en lugar de tratar de dormir.
Desatención del trabajo
Tipo: Maníaco y Depresivo
Un síntoma común del trastorno bipolar es la incapacidad de mantener un horario. Por esta razón, muchos enfermos bipolares faltan a menudo al trabajo (o a la escuela, o a otros compromisos). De hecho, uno de los principales criterios de diagnóstico del trastorno es que los síntomas del paciente sean lo suficientemente graves como para interferir en su capacidad de funcionar en la vida cotidiana.
Durante un periodo maníaco, una persona puede faltar al trabajo porque está demasiado ocupada realizando otras actividades que considera más importantes, o porque no puede concentrarse en la tarea que tiene entre manos. Durante un episodio depresivo, el paciente puede estar simplemente demasiado aletargado para salir de la cama, o no ver el sentido de seguir trabajando.
Fatiga
Tipo: Depresivo
A diferencia de los síntomas maníacos, las personas que sufren un episodio depresivo suelen experimentar un cansancio y una fatiga extremos. Querer acostarse, quedarse en la cama hasta tarde y una falta general de motivación a lo largo del día, son signos del trastorno bipolar. Estos síntomas son uno de los ejemplos más claros de la dicotomía “día-noche” entre manía y depresión.
Además de la fatiga física, los pacientes suelen sentirse mentalmente “sobrecargados” durante un episodio depresivo, a pesar de que están durmiendo mucho. La pereza mental sustituye a la euforia energética orientada a objetivos, y los pacientes carecen, repentinamente, del impulso o el deseo de hacer las cosas que les interesan.
Dolor crónico sin causa conocida
Tipo: Depresivo
Las personas que experimentan otros síntomas de la lista, junto con un dolor crónico sin causa conocida, pueden estar sufriendo un trastorno bipolar. Este dolor puede presentarse en muchas partes del cuerpo, incluyendo, entre otros, fuertes dolores de cabeza. También pueden aparecer dolores musculares y dolores corporales generalizados e inespecíficos.
En algunos casos, el dolor tiene una causa conocida, pero se amplifica e intensifica. Por ejemplo, una persona con una rodilla ligeramente magullada puede quejarse de un dolor punzante insoportable que supera lo que normalmente se esperaría de una lesión de este tipo. Curiosamente, parece que los antidepresivos ofrecen el alivio más eficaz de este tipo de dolor.
Tristeza/desesperanza
Tipo: Depresivo
Uno de los síntomas más reveladores de un episodio depresivo asociado al trastorno bipolar es un sentimiento abrumador de tristeza y desesperanza. Los enfermos pueden caer en un estado de depresión y pueden tener síntomas notablemente diferentes a los relacionados con un episodio maníaco (en el que los individuos experimentan una mayor sensación de felicidad y euforia). Se vuelven repentinamente perezosos y no ven el sentido de perseguir objetivos.
Otro síntoma común es la pérdida casi total de interés por las actividades que el paciente disfrutaba antes, incluida la actividad sexual. Esto suele contrastar con lo que ocurre durante un episodio maníaco, cuando los pacientes persiguen incansablemente sus intereses y pueden realizar actos sexuales compulsivos y excesivos.
Pensamientos suicidas
Tipo: Depresivo
Como se ha señalado anteriormente, los individuos con trastorno bipolar suelen sentirse tristes y deprimidos. En casos extremos, pueden desarrollar pensamientos suicidas y actuar de forma suicida. Esto puede ser extremadamente peligroso, ya que el trastorno bipolar también suele ir acompañado de impulsividad. Una persona que se siente abatida hasta el punto de suicidarse puede intentar quitarse la vida de repente.
Si se presentan estos síntomas, busque atención médica o profesional inmediata. Los pacientes que sufren pensamientos o conductas suicidas necesitan intervenciones rápidas y agresivas para desactivar el riesgo de consecuencias trágicas.
Alejamiento de los amigos y la familia
Tipo: Depresivo
Durante un episodio depresivo, las personas con trastorno bipolar pueden aislarse de las personas más cercanas, incluidos los amigos, la familia y el cónyuge. Aunque este aislamiento se realiza de forma inconsciente, puede tener efectos devastadores. Dado que los seres queridos no pueden entender el motivo del retraimiento social, este comportamiento puede acarrear una enorme tensión en las relaciones personales.
El aislamiento también puede exacerbar los pensamientos negativos y la tristeza, desencadenando la depresión. Algunos ejemplos de retraimiento que Foundations Recovery Network dice que hay que tener en cuenta son “la falta de devolución de las llamadas” y “la inasistencia a fiestas o reuniones sociales”.
Cambios en el apetito
Tipo: Maníaco o Depresivo
Los cambios en el apetito pueden producirse tanto en los episodios maníacos como en los depresivos. Durante un episodio maníaco, los individuos pueden perder completamente el deseo de comer, a menudo durante días. O, por el contrario, sus tendencias impulsivas pueden hacer que coman mucho más de lo que normalmente lo harían, incluso si no tienen hambre.
Con un episodio depresivo, el estado de ánimo caído y la tristeza pueden provocar una pérdida de apetito o, alternativamente, estos sentimientos pueden hacer que el individuo coma en exceso. Con ambos tipos de episodios, estos comportamientos pueden dar lugar a frecuentes fluctuaciones de peso, tanto hacia arriba como hacia abajo. En algunos casos, estos cambios en el apetito pueden deberse a un trastorno de la alimentación, que, según las nuevas investigaciones, es bastante común entre las personas con trastorno bipolar.